sábado, 6 de noviembre de 2010

Mi cyborg y yo

Así es amigos, hace un tiempo vino pegando a mi casa un señor bajito japones (creo que se llamaba Yositoko Tukosita), llevaba consigo una gran caja de cartón en la que yo creía que había un frigorífico, pero no era así, lo que contenía era ¡el esqueleto de un cyborg!, pues bien, el señor bajito (cómo olvidar su nombre...Yokasi Mekago) me dijo que con las instrucciones y las herramientas que contenía la caja yo podía dar forma a ese esqueleto metálico y fabricarme mi propio yo robótico, ahora pensareis que me costó un huevo comprárselo al señor bajito japones (Tekuro Yamismito era su nombre), ¡pues no!, el pobre señor bajito (del que ya no recuerdo su nombre) me dijo que había gastado todo el dinero que tenia en encontrarme, ya que venia en autobús desde Tokio, pues bien, yo no tenia mucho dinero que ofrecerle, por lo que rebusque por casa y le entregue un surtido de polvorones y mazapanes que tenia desde hace tres navidades sin empezar, el señor bajito japones (que no me dijo su nombre en ningún momento) se fue de casa probando las delicias navideñas en pleno agosto.

Después de esto y de leerme previamente las instrucciones que venían en un asequible japones, me dispuse a montar el cyborg.
Y en lo que fueron los cinco minutos mas largos de mi vida acabe de montar el robot, era una copia exacta de mi mismo.

                                                    El cyborg y yo nos saludamos antes de que empezara a montarlo.

La verdad es que le estoy dando muchísima utilidad al dichoso cyborg, solo con el instituto creo que he amortizado el surtido de mazapanes y polvorones.
Lo suelo utilizar básicamente en las primeras horas de clase (por eso tengo esa cara por las mañanas, no es que me acabe de levantar y tenga sueño, es la cara del cyborg que es muy inexpresiva), a la hora del recreo el cyborg va al baño y salta por la ventana impulsándose con unos pequeños propulsores que tiene bajo los sobacos, y ahí es cuando entra en escena el verdadero Enri, descansado y preparado para aguantar tres horitas de clase.

Para finalizar, recomiendo a todo el mundo que si pegan a su casa y ven a un señor bajito japones (lleva su nombre en una placa en el pecho) con una gran caja de cartón, no llamen a la policía, si no que como yo, descubran las facilidades que un yo artificial le puede dar a su vida.

PD:Si no me divierto yo haciendo la tarea, ¿qué sentido tiene? : )

5 comentarios:

  1. Bueno enri, despues de esta gran historia creo que ya es hora de que hagamos otro gran comic :D

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  2. Moooooooortal la historia !!!!
    Enri muy buena en serio, me ha flipado ! jajajaja eres un genio tú !

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  3. @Diana:No exprimas demasiado mi imaginacion artistica que no da para tanto jaja, ya llegaran los comics ya llegaran...

    @Morgenundimmer:Me alegra que te guste!, la verdad es que se me hace mas facil inventarme una historia tan absurda que comentar algun echo de actualidad, toy un poco loco si jaja.

    Un saludo a las dos ;)

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  4. Bueno ahora después de un año, por fin creo que empiezo a entender el por que de tu cara por las mañana jejeje.
    Menos mal que lo has explicado de una forma lógica, por que la verdad no entiendo que encuentres aburrida a primera hora las clases de Geografía seguidas de Filosofía o Historia del Arte, si no que es la cara inexpresiva del ``tu robot``

    La verdad que esta muy bien la historieta-cuento jejeje
    Una pregunta al final, ¿cómo se llamaba el coreano?

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  5. Hombre el Manolo comentado en mi blog, que honor!, mañana envio otra vez al cyborg pa que vaya a primera hora que hace tiempo que no se pasa tan temprano, ademas, lo he tenio esta tarde haciendo un comentario de una escultura de historia del arte y se le han acabao las pilas al pobre, mañana me llevo yo la gloria jeje.

    ¿Coreano? ¿No era Chino?

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